David Somoza Mosquera
Las compañías lanzan constantemente nuevos productos al mercado y las personas, de seguro, se preguntarán por qué. La respuesta no es tan complicada como se pudiera pensar. Las empresas están conscientes de la importancia de promover una imagen innovadora y preocupada por satisfacer las necesidades y deseos de los consumidores.
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David Somoza Mosquera
Si bien puede parecer jocoso, tiene su cuota de verdad. Hay un meme circulando en redes sociales e Internet con la pregunta: ¿Quién dirigió la transformación digital en su empresa? a) CEO, b) CTO, c) covid-19. Con un círculo rojo se muestra que la respuesta “correcta” es C.
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Aunque diariamente se alerta sobre los fraudes electrónicos, y aun mucha gente sigue cayendo en ellos de manera inocente, el comercio electrónico se ha erigido como una plataforma necesaria, sobre todo en este 2020 por la pandemia del coronavirus.
La posibilidad de recibir insumos, bienes y productos en las puertas de la casa, para minimizar las posibilidades de contagio, hizo que plataformas como Amazon dispararan de manera exponencial sus despachos y, obviamente, sus ganancias.
Dentro de este panorama, el a-commerce (automated commerce como es su denominación original en inglés) se ha convertido en la tendencia de los nuevos mercados. Y, todo indica, que continuará su expansión y consolidación.
Marta Pérez, experta en marketing en ICP Logística, lo define como “una nueva forma de comprar, en la que el cliente planifica una determinada compra y automatiza el proceso sin necesidad de participar nuevamente en él”. “De esta manera, los clientes programan la adquisición de productos recurrentes o que consumen de manera habitual para ahorrar tiempo”, agrega.
Esa planificación es la principal diferencia con el e-commerce, donde los usuarios hacen sus compras y esperan a que lleguen a destino. En cambio, con el a-commerce pueden programar tantas veces como deseen la compra, sobre todo si se trata de productos que consumen frecuentemente, sin necesidad de estarlos ordenando al proveedor cada vez que los necesitan.
Hay muchos sitios que ya están “estudiado” a ese cliente habitual y son capaces no solo de recordarle que está por vencerse el lapso para adquirir los nuevos, sino también sugerirle en sus listas productos complementarios.
Este novedoso sistema funciona con inteligencia artificial, lo que ayuda, precisamente, a estudiar esos patrones, levantar data de consumo y hacerle la experiencia más sencilla y rápida al usuario. Cuando la nueva normalidad llegue, serán tantas las tareas pendientes que todo lo que implique ganar tiempo será lo que se convierta en tendencia y en lo preferido por los usuarios.
Aunque los especialistas coinciden en que este será, muy a corto plazo, la manera de comercializar online, también llaman la atención sobre la necesidad que tanto usuarios como proveedores estudien bien a su contraparte. Es un servicio en el cual la confianza es fundamental. Ni el usuario puede quedarle mal a su prestador ni al revés.
Con el a-commerce puede fidelizarse de manera rápida y consolidada al consumidor, por lo que la confianza que se establezca entre las partes es fundamental. Se debe actuar siempre con transparencia. En el caso de quien contrata, pagar con solvencia y puntualidad es el compromiso. En el caso de quien vende, entregar lo que ofrece.
Referencias
https://ecommerce-news.es/el-
Alimentación Balaceada Alibal, presidida por David Somoza Mosquera, es una organización responsable, que se ha caracterizado por generar iniciativas que permitan contribuir con el logro de varios Objetivos del Desarrollo Sostenible, reconociendo el papel imprescindible que juega la empresa para alcanzar lo establecido en la Agenda 2030.
David Somoza Mosquera
Muchos pensaron que trabajar desde casa era la opción perfecta no solo para enfrentar la pandemia del coronavirus, y teniendo además la fortuna de no perder el empleo, sino también el chance de lo que, continuamente, se quejan los trabajadores: poco tiempo libre para compartir con la familia.
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Conforme transcurren los días, las empresas continúan preparándose no solo para enfrentar lo que resta de año, sino también 2021. La nueva realidad las ha llevado a profundizar en la investigación de sus mercados y hacer análisis quirúrgicos de sus desempeños financieros para poder acometer de la manera más satisfactoria los planes corporativos presentes y futuros.
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David Somoza Mosquera
No es la primera vez que me refiero al tema desde el hogar. En mi artículo “El teletrabajo: un punto intermedio”, publicado el 7 de agosto, describí cómo el aislamiento está provocando un cambio en el modelo tradicional de trabajar y, por lo tanto, lo necesario que es para las empresas determinar el impacto que ha tenido sobre sus operaciones y en el rendimiento de los empleados.
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La ética es uno de los valores fundamentales de cualquier ser humano. En el mundo de los negocios, esta debe estar presente tanto en la empresa como en sus trabajadores. Por eso, la ética empresarial debe estar monitoreada de cerca por el departamento de Recursos Humanos, tanto en lo que respecta a los empleados, como a la gerencia que los custodia.
Normalmente la ética empresarial está dirigida solo al gerente o al líder de una compañía. Su reputación será, sin duda, la de la organización que representa, por eso es tan importante que se cree un compromiso por tener un comportamiento lo más acorde con los principios y valores, ya que sus acciones van a incidir en todas las áreas del negocio.
Por eso, hay que prestar atención a todos los aspectos que involucra. El líder, que no siempre es el dueño de la compañía, debe actuar de acuerdo con unos principios éticos y morales que, si bien pueden definirse a la hora de constituirla, tienen su base en la formación profesional y académica que recibió.
Asimismo, si la apertura de una empresa pasa por formar una sociedad, todos los involucrados deben mirar en la misma dirección, pues el fallo de uno puede repercutir negativamente en toda la operación y, por lo tanto, en la rentabilidad de la fuente de trabajo. Si esto ocurre, no solo se verán afectados quienes están a la cabeza, sino todos los empleados,
De ahí la importancia del Departamento de Recursos Humano, ya que parte de su gestión es manejar de la mejor manera cualquier problema que pueda presentarse en este sentido. Si los obstáculos que puedan suscitarse no se gerencian de una manera adecuada, el costo puede ser muy alto.
Hasta el cansancio se ha dicho que el recurso humano es el capital más importante de una compañía. Por lo tanto, es necesario cuidar todos los aspectos que pudieran ponerla en situación de vulnerabilidad. Hay que estar en constante revisión, en caso de que los hubiera, de los principios éticos de la corporación, no solo para garantizar su cumplimiento, sino para estar al día con las nuevas tendencias que se van generando en el mundo.
Esto hace que se vaya formando una reputación sólida, la cual no solo significa ofrecer al consumidor buena calidad, atención y disponibilidad en sus bienes y servicios, sino también la oportunidad de estar seguros de que aquello que están consumiendo, tiene como valor agregado el compromiso y el respeto que la empresa puso a la hora de hacerlo.
Una buena reputación representa también una ventaja con respecto a la competencia. Posicionar una buena imagen no es sencillo. Menos aún lo es mantenerla en el tiempo. En eso es que debe trabajarse en pro de la compañía y sus consumidores.
Para Purolomo y su casa matriz Alimentación Balanceada Alibal, los empleados y los clientes forman parte de sus prioridades.
Referencias
http://aechile.cl/wp-content/
https://pyme.lavoztx.com/la-
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David Somoza Mosquera
Una enseñanza muy importante que ha dejado el largo periodo de confinamiento por el COVID-19 ha sido la oportunidad de que las empresas y los empleados revisen sus fortalezas y debilidades con miras a la llegada de la “nueva normalidad”.
Ciertamente 2020 ha sido un año de muchas pruebas, que plantea a las compañías, entre otras cosas, revisar los planes corporativos en línea con su recurso humano frente a lo que resta de año y 2021.
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Un líder que delega, además de ver el panorama que lo rodea como un todo, también tiene la oportunidad de disfrutar del talento y las ideas de otros. Por lo tanto, delegar no es sinónimo de debilidad ni de falta de autoridad.
Delegar en el momento indicado forma parte de ser un buen líder. En el caso de las startups, por ejemplo, las cabezas de esos emprendimientos comienzan haciendo casi todo o con un equipo mínimo. Les toca desde arreglar la oficina donde van a funcionar, hasta la publicidad para darse a conocer. En el camino, y a medida que la empresa va creciendo, comienza a darle más responsabilidades a otros para seguir garantizando la operatividad y rentabilidad.
Pero no se trata de delegar por delegar. Hay que saber cuándo hacerlo y a quién escoger. En primer lugar, cuando el líder –que como se ha dicho en otras oportunidades no necesariamente tiene que ser el dueño de la empresa- decide quitarse responsabilidades para transferírselas a otros, ya debe tener un conocimiento completo de dónde se dirige la compañía.
No es momento para improvisar cuando se escoge a un miembro del equipo de trabajo para que siga con la responsabilidad de llevar a buen puerto el negocio. Por eso, es conveniente, en segundo lugar, escuchar a los empleados. Pues ellos, que son quienes ejecutan los procesos, tienen un conocimiento más certero de lo que se necesita para continuar progresando. Hay que oír, analizar, trabajar en equipo porque el bien, en este caso, es común.
En tercer lugar, hay que ponerse en los zapatos del otro; de ese que fue escogido para asumir las responsabilidades que el líder está delegando. Hay que evaluar bien las capacidades, habilidades, si es capaz de trabajar bajo presión. Además, tener en cuenta cómo se relaciona con su entorno y si puede hacer el trabajo que, hasta ahora, hacía el líder optimizando recursos.
Que esa “delegación” funcione dirá tanto de quién la asume, como de quién la dio. Potenciará la imagen del líder frente al resto del equipo.
Referencias:
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Una empresa debe considerar por igual la importancia de mantener una comunicación externa favorable, la cual le ayuda a consolidar su imagen dentro de la competencia y de su entorno, así como la que tiene a lo interno, donde está su más importante activo: los trabajadores.
David Somoza Mosquera
Crecer y ser rentable es el norte de las empresas sin importar su tamaño, rubro o el tiempo que llevan actuando en el mercado. En esta época esa meta puede hacerse cuesta arriba, tomando en cuenta la crisis económica que vive el mundo entero.
David Somoza Mosquera
Silicon Valley, en el área de la bahía de San Francisco de California, es la sede de gigantes de la tecnología como Apple, Google, Facebook, Yahoo, Amazon, Adobe, HP, Oracle, Intel, Cisco, así como de las empresas emergentes o las startups “unicornios” Lookser, Hassi Corp, Door Dash y Juul Lab, entre tantos otros.
Holgazanes vs. Estajanovistas. Esos son los dos tipos de trabajadores que, según The Economist, ha producido el confinamiento. “Cuando se trabaja en casa, el jefe está fuera de la vista, pero no de la mente. En términos generales, el resultado es dividir a los trabajadores en dos grupos”, señala en el artículo “Slackers and Stakhanovites”, publicado el 11 de julio.
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La gran depresión de la década de 1930 dejó importantes lecciones a las empresas: surgieron nuevas y más fuertes, se fortalecieron aquellas que existían y otras se reinventaron para pasar cualquier otro temporal.
