La porcicultura tradicional en los patios de las casas ha dado paso a la explotación industrial de cerdos que ofrece a los consumidores un producto de calidad dentro de las más estrictas normas sanitarias. Este avance se evidencia en las áreas de mantenimiento, producción, genética y mercadeo.
La carne de cochino y sus derivados como los embutidos (salchichas, chorizos, jamones, entre otros) constituyen la delicia en muchas mesas, pero los consumidores desconocen que detrás esta un gran esfuerzo y procesos productivos.
La cría, ceba y levante de cerdos en la industria es un proceso complejo que requiere tecnología de punta, atención sanitaria e inversiones para garantizar animales en óptimas condiciones que generan carne y sus derivados aptos y de calidad para el consumo humano.
En este objetivo, la explotación industrial porcina pasa por varias etapas, siendo la primera la reproducción y gestación que ocurre cuando las cerdas quedan preñadas y pasan un periodo de cuido inicial durante tres meses, tres semanas y tres días.
La siguiente fase ocurre en el espacio llamado paridera, donde las hembras pasan cuatro meses que incluyen el parto y la cría amamantamiento de sus lechones en un ambiente protegido.
Luego del destete, los lechones son trasladados a un criadero de transición hasta alcanzar 8 o 10 semanas de edad. La última etapa de la cría de los cerdos es la del crecimiento y acabado, también conocida como engorde, en la cual los animales son alimentados hasta alcanzar el peso requerido por el mercado y en una edad de 5 a 6 meses.
Los expertos recomiendan que los procesos de producción porcina se realicen dentro de las especificaciones de espacio, temperatura ambiental y atención zootécnica, de vacunas e higiene establecidas en estándares nacionales e internacionales de producción y calidad.
Por ejemplo, el lechón (cerdo recién nacido o muy joven) requiere calefacción, porque su temperatura corporal es menor, pero cuando el puerco avanza en edad necesitará temperaturas más elevadas y baño para que no sude.
La industria porcina ha tenido una gran expansión y muchas empresas se dedican a esta actividad cubriendo alguna de las etapas de producción o todas ellas. Incluso, hay compañías que tienen sus propios mataderos y laboratorios de investigación y desarrollo.
Purolomo, cuya empresa matriz es Alimentación Balanceada Alibal, tiene una larga trayectoria en la producción de cerdos para uso industrial a través de su Unidad Porcina de cría, levante y ceba de cerdos. Esta actividad se realiza con óptima materia prima, tecnología de avanzada y personal especializado para proporcionar a los consumidores productividad de calidad.
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