La emergencia sanitaria por el COVID 19 y lo que vendrá después con el regreso a la “nueva normalidad” implica para el mundo de los negocios moverse en un entorno signado por continuos cambios.
Las empresas tienen que estar conscientes de esta realidad y tomar decisiones pertinentes en todas sus áreas para responder de forma ágil, eficaz y eficiente a todas las transformaciones que se presenten.
Uno de los cambios está en la formación y capacitación de los empleados, que siempre ha sido un campo prioritario para las compañías. Sin embargo, la pandemia transformó esta materia con nuevas formas de trabajar y la profundización del uso de la tecnología digital en las relaciones comerciales y de mercadeo.
En este contexto, las empresas deben afincar la planificación en cuanto a formación y capacitación profesional y técnica para mantener el talento en su plantilla. En este plan es conveniente que participen y se involucren las distintas áreas o departamentos de la compañía. Esto permite visualizar mejor las carencias operativas que deben ser mejoradas, además de fomentar un buen clima organizacional.
Los expertos sostienen que la crisis del COVID-19 impulsará la formación continua de los trabajadores y las empresas deben estar montadas en esa ola que involucra cambios en las competencias digitales del teletrabajo, así como una mayor versatilidad y capacidad de adaptación para el personal tanto remoto como presencial.
El Foro Económico Mundial señaló que 54% de los trabajadores del mundo necesitará actualizarse antes de 2022. Un informe de Flexibility at Work, elaborado este año, revela que 30% de los empleados de países de la OCDE se modificarán en los próximos tres años.
La investigación también constató que 75% de los trabajadores encuestados manifestó su disposición de seguir aprendiendo y de realizar cursos sugeridos por su jefe directo.
Purolomo y su casa matriz Alibal Alimentación ofrecen durante el año programas de formación y capacitación a su empleados para mantenerlos alineados con la política empresarial, la cual apunta a la excelencia.
Así que el reto empresarial es enorme y las compañías deben asumirlo desde ya si quieren quedarse en el juego.
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