El cliente primero o el cliente siempre tiene la razón son máximas que tradicionalmente se dicen, pero que a veces no se internalizan como claves para que las empresas alcancen el éxito y se garanticen la colocación de sus productos y la lealtad de los consumidores. No importa el contexto, un cliente satisfecho no abandonará a su proveedor si este le responde eficaz y eficientemente.
Pero, ¿cuáles son las reglas a seguir por la empresa para garantizar el éxito? Los expertos del mundo de los negocios han identificado y establecido esas reglas para lograr el éxito en un entorno competitivo, lo cual implica evitar situaciones de cuellos de botella que pueden ocasionar el fracaso de los negocios.
Entre los factores más importantes está el tiempo. Aquí la obligación de la empresa es responder las demandas y necesidades de los clientes haciendo más que lo posible por respetar el plazo convenido de entrega del producto.
La calidad es otra regla de oro para una empresa exitosa y satisfacción de sus clientes. En el mundo globalizado de hoy existen muchas herramientas para alcanzar esa condición de calidad y esto facilita la exportación de los productos además de su colocación en el mercado interno.
En Alimentación Balanceada Alibal, presidida por David Somaza Mosquera, se aplican controles para garantizar la calidad en los procesos de manufactura de los productos en el objetivo de que lleguen al mercado cumpliendo con los estándares establecidos por las normas y las expectativas de los clientes.
Las empresas también deben hacer las cosas más fáciles y cómodas a sus clientes a la hora de suministrarle sus productos y servicios. Asimismo, hay que multiplicar los canales de mercadeo y vías de contacto como el teléfono, correo electrónico y redes sociales.
Otro requisito es que las empresas tengan visión de futuro si quieren mantenerse. Así el producto o servicio esté en su cúspide de demanda y ventas es importante pasearse por los distintos escenarios económicos y prever posibles cambios que puedan presentarse en el mediano y largo plazo aplicando la imaginación, innovación y anticipación a las necesidades futuras de los clientes.
En una sociedad donde la visual impera, la apreciación externa del producto es importante de allí la conveniencia de variar la presentación y apariencia apelando a conceptos novedosos y atractivos de la moda y el diseño. Otra regla es dar al cliente una buena relación de la calidad-precio del producto o servicio.
