lunes, 21 de octubre de 2019

Científicos desafían la naturaleza y restauran funciones cerebrales de cerdos muertos


Un grupo de científicos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, ha conseguido restaurar la circulación y la actividad celular en el cerebro de varios cerdos cuatro horas después de haber muerto, desafiando todos los dogmas actuales sobre la rapidez de la degradación de este órgano vital, reseñó Abc.es.

Los investigadores, sin embargo, advierten, en primer lugar, que no se “resucitaron” completamente los cerebros porcinos, solo hubo evidencia de actividad de algunas funciones. Y en segundo lugar, añade el site, los científicos advierten que si en el futuro se quiere aplicar la tecnología en humanos, antes será necesario realizar estudios éticos preliminares para ver hasta dónde se podría llegar.

El portal refiere que el profesor de neurociencia, Nenad Sestan, afirmó que para el equipo de científicos fue una sorpresa el hallazgo. Explicó que la teoría inicial se basaba en que el cerebro intacto de un mamífero grande conserva una capacidad, que hasta ahora se ha subestimado para restablecer la circulación y ciertas actividades celulares y moleculares, incluso varias horas después del paro circulatorio.

El experimento demostró que cuatro horas después de la muerte de los animales, se conectaron 32 de los cerebros analizados a un nuevo sistema llamado BrainWx (BEx), que consiste en varias bombas insuflando una “sangre artificial” -compuesta a base de una hemoglobina sin células, modificada genéticamente y con propiedades anticoagulantes- ideada por los propios investigadores, que permite la protección celular y el bloqueo de la actividad neuronal de los grandes mamíferos postmortem.

Durante seis horas, los cerebros se mantuvieron conectados a la máquina a la temperatura que habría tenido un cerdo vivo.
No obstante, señala el portal: “Las conclusiones son muy importantes, pero en este momento no podemos restaurar la actividad completa del cerebro de los cerdos, ni asegurar que se puede utilizar el mismo mecanismo para otras especies, incluida la humana”.

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