Una empresa sin rumbo está destinada al fracaso. El éxito dependerá, en gran medida, del liderazgo que se tenga para llevarla a buen puerto. De allí que la figura y, sobre todo, el accionar de un líder es fundamental en cualquier sector de la vida, bien sea económico, social, gubernamental o empresarial.
En el caso de las empresas, normalmente el líder suele ser el dueño. No obstante, eso no limitativo ni siempre es así, pues los expertos en la materia argumentan que a veces son los gerentes u otros en puestos claves, quienes con sus habilidades y conocimientos terminan definiendo el rumbo que llevará a las compañías a una mejor rentabilidad, competitividad y permanencia en el mercado.
Comúnmente, se define al líder como “aquella persona o entidad que va a la cabeza entre los de su clase, que reconoce sus habilidades e impulsa a sus compañeros para llegar a metas y objetivos específicos” (portal visaempresarial), por lo que el liderazgo es fundamental a la hora no solo de alcanzar, sino de trazar las metas.
Esto implica buscar la mejor manera de influir en su entorno laboral, crear procesos eficientes, incentivar a los trabajadores y lograr que todos se pongan a trabajar por el bien común. Un líder debe tener mucha confianza en sí mismo, ser capaz de delegar en otros y no temer de las capacidades y logros de sus trabajadores.
Para lograr sus objetivos, un líder debe estar comprometido con su misión y la de la empresa que lidera, en consecuencia, también debe tener una comunicación efectiva y dejar claro cuál es la misión. Esa confianza que tiene en sus capacidades debe transmitirlo a su personal, contagiar a los trabajadores de que son capaces de enfrentar cualquier reto, ejecutarlo y celebrarlo.
En Alimentación Balanceada Alibal, empresa presidida por David Somoza Mosquera, se dictan constantemente programas de formación para el personal, en los cuales se les guía en temas relacionados con la supervisión y el liderazgo. Porque este es imprescindible del rumbo correcto de la empresa.
El nombramiento de la persona que se encargará de liderazgo de una corporación debe considerarse desde la formación, determinando las características que debe tener el líder, sus fortalezas, metas y objetivos. De no tener la persona idónea, la empresa no podrá ser rentable, productiva ni competitiva en el mercado que tiene que abarcar.
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