Reducir, reutilizar y reciclar, las conocidas R de la Ecología, son prácticas que cada vez con más auge ganan terreno en las industrias. Los beneficios ambientales, económicos, de aprovechamiento de los recursos y reputacionales empujan esa expansión.
Un ejemplo de esto es lo que están haciendo las porcinas ganaderas en la provincia de Jiangxi, en China, donde convierten los residuos en energía limpia, con lo que ayudar a disminuir una amenaza ambiental, contribuyen a la red energética nacional y aumentan sus ingresos.
En un artículo publicado en el portal Razasporcinas.com (https://razasporcinas.com/en- la-republica-popular-de-china- el-estiercol-se-esta- convirtiendo-en-dinero/), se señala que el desarrollo agro industrial en ese país asiático está creando una montaña de desechos que pone en peligro la vida en el campo chino.
Para 2020, la industria ganadera en esa nación habrá producido cerca de 7 mil millones de toneladas de desechos, según el Ministerio de Protección Ambiental. El site refiere que menos de la mitad de las explotaciones ganaderas comerciales tienen instalaciones de tratamiento de residuos.
China y el Banco Asiático de Desarrollo están trabajando juntos para ayudar a unas 118 granjas ganaderas a mejorar sus instalaciones de tratamiento de residuos, y convertir aproximadamente 7 millones de toneladas de residuos en biogás, que se estima producirán 92 millones de kilovatios hora de electricidad.
Esta solución se está poniendo a prueba en la granja Qi Bu. El estiércol producido por los 20.000 cerdos criados en la granja es recolectado y alimentado a un digestor donde lentamente se convierte en biogás. Esto luego se usa en una planta de energía en el sitio para generar electricidad, que se vende a la red.
El otro artículo publicado en el portal Interporc.com (https://interporc.com/2018/ 10/15/sector-porcino-con-el- reciclaje-y-reutilizacion?cat= blog/el-ayer-y-hoy-del-cerdo) indica que durante la cría de ganado porcino se genera un abono orgánico de gran valor, el estiércol o purín; que compone mayoritariamente de agua, nitrógeno, fósforo y materia orgánica. Esta composición convierte a los desechos en excelentes fertilizantes.
El purín se utiliza para producir electricidad y para abonar los campos y cultivos que proveerán de alimentos al ganado y a las personas. De esta forma los nutrientes no se pierden, sino que se reaprovechan en un ciclo biológico natural que además reduce la necesidad de aplicar abonos no naturales a los cultivos.
El ciclo del estiércol o purín es un claro ejemplo de economía circular, donde un cultivo proporciona alimento a los cerdos y éstos, a su vez, proveen de nuevo abono a los cultivos.
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