La genómica (área dentro de la genética que se refiere a la secuencia y al análisis del genoma de un organismo) ha ido ganando terreno dentro de la industria porcina, debido a que ha aumentado el progreso genético en todos los caracteres.
Según los expertos, es posible conseguir unos 600 mil marcadores moleculares y hasta se puede obtener, gracias a ella, la secuencia genética completa de los animales. Su clave está en conectar el rendimiento fenotípico a la composición genética de los cerdos. Una vez obtenida la información, se pueden seleccionar los ejemplares utilizando su composición genética.
En la reproducción porcina, el objetivo es el de desarrollar reproductores para logar un ejemplar eficiente, que tenga la mejor rentabilidad y eficiencia. La meta es lograr una mejora genética continua.
Mientras más fiabilidad tenga los valores genéticos de los animales seleccionados, mejora la genética y el valor añadido en la carne de cerdo. Esto también incide en el rendimiento de los cerdos, haciendo que esto se vea reflejado al final de la cadena de comercialización de ese producto.
Este proceso debe ir acompañado por mejoras en las granjas de selección, teniendo especial cuidado en todos los detalles de cómo, por ejemplo, pueden penetrar en las granjas comerciales. Asimismo, hay que determinar si la interacción ambiental puede afectar los resultados en ambas granjas.
En Purolomo constantemente se trabaja su política organizacional, aplicando una genética de primera para obtener mejores ejemplares. Cerdos más competitivos tendrán un impacto positivo tanto en el mercado de reproducción, como de consumo, por cuanto su carne tendrá una mejor calidad y será bien aceptada por el consumidor.
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