DAVID SOMOZA MOSQUERA
Una empresa siempre debe mirar hacia adelante, avanzar, sobre todo en este mundo globalizado donde la competencia es cada vez mayor. Permanecer estática podría significar un retroceso, pues ante los constantes cambios si se sigue haciendo lo mismo lo más probable es que fracase y hasta desaparezca. El éxito viene dado por la diferenciación a través de la innovación.
Los competidores innovan y ofrecen nuevos productos o servicios; los clientes demandan esas novedades y los proveedores ofrecen esos nuevos productos. De manera que esa triada, directa o indirectamente, empuja a las empresas a asumir cambios. Por ello, es fundamental estar a la vanguardia de las necesidades actuales y utilizar herramientas que ayuden a ofrecer mejores productos o servicios a fin de que puedan posicionarse fuertemente en el mercado.
Si bien el foco general de cualquier negocio hasta ahora ha sido perdurar en el tiempo, las empresas también deben considerar si están preparadas para afrontar los cambios. Y es justo en este punto que hay que tener claro la importancia que tiene la innovación para crear nuevos y mejores recursos y para obtener mayores beneficios.
La innovación es determinante para las empresas, al convertirse en un motor de transformación y crecimiento. Entre sus múltiples beneficios destacan: aumenta los márgenes de ganancia, diversifica el producto, logra una mejor fidelización de los consumidores, permite el mantenimiento o incremento de la cuota de mercado, facilita el uso de nuevas oportunidades de negocio e incrementa la ventaja competitiva.
Un estudio publicado por IBM, The Global CEO Study, realizado a más de 1.500 consejeros delegados de compañías y administraciones públicas en más de 60 naciones y 33 industrias, refuerza ese planteamiento. Se determinó que la habilidad de liderazgo más importante para un negocio es la creatividad, en estrecha relación e interdependencia con la innovación.
También reveló que “los directivos creativos tenían una probabilidad del 81% más alta que otros de valorar la innovación como una capacidad crucial de la empresa”.
Sin embargo, las empresas al momento de lanzarse al proceso de innovación deben considerar aspectos que son clave para lograr llevarlo a buen término. Es necesario primero detectar dónde pueden innovar (en los productos o servicios que ofrecen, en el proceso productivo o en la organización), si cuentan con capacidad técnica y financiera para hacerlo, precisar el costo y los beneficios y mejoras que se van a obtener y conocer las tendencias del mercado.
Al final, el objetivo de cualquier empresa debe ser integrar la innovación a la organización y que no sea un proceso aislado o un hecho excepcional. Además, deben estar preparadas para enfrentar problemas culturales, sociales y económicos que pueden aparecen en el camino.
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